Motorruta Juan Diego
Esta ruta, no es una ruta cualquiera, en esta ocasión está cargada de sentimientos y emoción, nos dirigimos a un sitio muy especial. Un monolito situado en Puerto de Gadis, donde en el silencio de la naturaleza, tenemos unas placas en recuerdo de aquellos compañeros moteros, que ya no están entre nosotros.
En esta ocasión, por desgracia hemos ido a colocar la placa de Juan Diego. Fallecido, no por enfermedad, sino arrebatado a sus seres queridos de una forma repentina e inesperada. Una víctima más de los guardarrailes.
Recordar sólo que el año pasado murieron 214 motoristas en accidentes en las carreteras españolas, muchos de ellos víctimas de los guardarraíles. Es una cifra demoledora que indica la necesidad de hacer redes viarias más seguras.
Gracias a las plataformas moteras, y a las continuas protestas, se están consiguiendo progresos. Con insistencia y participación de todos, seguro que finalmente se conseguirá sustituir los guardarraíles actuales para instalar sistemas homologados de protección a motoristas.
Su mujer Maribel agradeció a todo el motoclub por su apoyo y homenajes recibidos.
Ella con toda su fortaleza nos acompaña en todas las rutas, siendo parte de esta Junta Directiva y desarrollando un papel muy efectivo en la misma.
Finalmente, sabiendo que Diego era un amante del Quijote, nos leyó un poema; dedicándoselo a él y a todos los moteros que ya no están entre nosotros.
Me gusta que me dé el viento en la cara,
montado en mi caballo de acero.
De noche, de día, de madrugada,
me gusta ser un Quijote motero.
Me gusta oír el ruido de la biela,
por pistas, carreteras y senderos.
Me gusta ver salir la luna llena,
redonda como las ruedas que llevo.
Si el tiempo compañero de la vida,
se para en una curva del camino.
Que el sol funda mi cuerpo en el acero,
porque soy caballero del destino.
A lomos de Rocinante volaré,
y si acaso algún día se desboca.
Con todas mis fuerzas cantaré: “yo fui motero”,
y nos encontraremos en las curvas del cielo.
Que así sea, siempre te tendremos entre nosotros y nos encontraremos en las curvas del cielo. Resérvanos un buena copa de vino, con jamón y queso. VVVVVVVVVVVVVVV
